Redistribución y Decoración en Vila-real, Castellón.

Uno de los retos que nos encontramos, era crear un recibidor de entrada, ya que la puerta de entrada a la vivienda, daba directamente paso al pasillo de distribución. No había espacio para realizar un recibidor de dimensiones normales. Como la propietaria quería un zapatero, se nos ocurrió la idea de buscar un zapatero de unas ciertas características medidas y color. En IKEA, compramos uno cuya medida era de unos 17 cm de profundidad. Como antes habíamos tomado las medidas que dejaba la puerta abierta en ángulo de 90º, este modelo encajaba perfectamente, ya que la puerta se abría perfectamente sin rozar el mueble. Podíamos haber puesto el mueble mas centrado en el pasillo, pero entonces no hubiese dado la sensación de recibidor. Con el zapatero en color negro-wengué, y un gran espejo redondo, enmarcado en metal de tono gris oscuro , con las paredes pintadas en un gris niebla, conseguimos el efecto de un recibidor al abrir la puerta, donde poder dejar las llaves en una bandeja, colocar elementos decorativos...Y al final del pasillo, enfrentada a la puerta del salón, que a los lados tenia las puertas del dormitorio principal y del baño, se colocó otro espejo, enmarcado en un tono cobrizo, formado por pequeñas piezas tipo cuadrados, que daba profundidad y vestía una pared vacía. En un principio optábamos por un espejo largo, pero un interruptor colocado justo en el medio de la pared, nos impidió optar por ese modelo, así que el espejo que en un principio era para el dormitorio principal, acabo en la pared del pasillo. Teníamos otra opción, que era colocar un cuadro, pero cuando hicimos la prueba, no nos gusto, daba la sensación de que se había puesto un cuadro porque no sabia que poner en esa pared, mientras que el espejo nos daba profundidad, haciendo la perspectiva de amplitud, que era lo que se buscaba en un principio, y además nos daba un toque de elegancia, por el marco y sus tonos.