Sótano
Electroósmosis inalámbrica Es otra de las soluciones más utilizadas. Se trata de una deshumectación de la zona afectada por medio un dispositivo electrónico: una especie de centralita que se coloca en la pared. Este sistema se basa en el principio físico de electroósmosis, por el que se invierte la polaridad de las partículas del agua para frenar la ascensión de humedad en la mampostería. Es un método no invasivo, ya que el aparato electrónico es inalámbrico y se coloca en el muro sin hacer obra. Además, no interfiere con el resto de los dispositivos que se tengan en la vivienda.
¿Cuáles son los procedimientos habituales? En casos de humedad por capilaridad, los tratamientos que más se suelen emplear son esencialmente dos. El primero consiste en inyectar resinas hidrorepelentes en el muro para formar una barrera impermeable. El sistema consiste en practicar una serie de taladros en la zona baja de la pared, en varias hileras. En estos agujeros se introduce el producto a presión: una resina que tapona los capilares y bloquea la humedad. Se puede aplicar en muros de ladrillo macizo, con cámara de aire, de piedra y mampostería, etc.
¿Hace falta realizar obras después? Una vez solucionada la humedad, el trabajo requiere un último paso de saneamiento. La restauración estética es siempre necesaria y suele conllevar obra, aunque a veces esta sea mínima. Para ello, cuando se ha secado totalmente el agua, las paredes se rehabilitan con morteros especiales microporosos y pinturas antihumedad como medida de prevención y protección.
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